5 de mayo de 2015

CARTA A MI YO DEL FUTURO.

Esta carta es un ejercicio de escritura creativa que podemos poner en práctica tantas veces como creamos necesario hacer cambios en nuestra vida.

Es otra herramienta que podemos usar y funciona igual que las visualizaciones o proyecciones en las que nos enfocamos en aquello que queremos materializar. 

A la vez que vamos escribiendo, estamos impregnándolo de energía, lo estamos visualizando, saboreando y disfrutando. 
En ese momento, lo estaremos viviendo como que ya es un hecho real.
¡Es así como funciona!
Esta carta es un ejemplo de cómo hacerlo y escribirle a "tu yo del futuro".


Mi muy querida y adorada XXX, te escribo esta carta justo en un momento de tu vida en el que estás haciendo muchos cambios, la lees diez años después, casi finalizando tus cuarenta y tantos. 
¿Qué estarás haciendo? ¿Cuántos libros has leído y cuántos escrito? 
¿Tuviste otro hijo? ¿Conociste muchos países? ¿Recorriste la costa sur española como tanto querías? ¿Tienes la casa frente a la playa como lo añorabas?¿Llegaste a conocer la nieve? 
Ojalá seas la escritora con la que yo sueño ahora y estés llegando de una firma de libros.

Te cuento que por estas fechas andas tranquila, ya sabes controlar tu ansiedad, estás caminando mucho, agradeces todo el tiempo, tienes gran vitalidad; dime por favor que ya corres media hora, lo sé, trotar no es tu deporte favorito, pero me prometiste que lo harías. 
De seguro te estás amando con locura, ya sabes respetar tus espacios, ya no te postergas, aceptas a las personas como son porque te has aceptado a ti misma.

Ojalá todavía escribas y sigas tan apasionada como yo lo estoy ahora, porque cada vez que escribías ibas limpiando residuos emocionales y curando heridas del pasado.

Como sabes, siempre escribo en todos esos cuadernos donde remarco palabras, borro frases, muevo párrafos, y justo ahora, mientras te escribo hago lo mismo.
Desde aquí te visualizo feliz, llena de bienestar y plenitud, relajada, compasiva y tolerante. Espero que ya hayas podido controlar tus pensamientos, dime que sí aprendiste a meditar, dime que te convertiste en la fotógrafa de árboles que yo pretendo ser, seguro ya se despertó esa parte dormida de tu alma y amaste por primera vez a un perro; es que tengo la certeza de que has crecido bastante, sé que eres inmensa por dentro, más de lo que eres ahora.

De lo que sí estoy segura es de que no vas a llorar al leerme, dime que ya no eres desbordada en las emociones.

Que genial saber que ya no esperas la aprobación de nadie, tengo la convicción de que eres libre, ya no te atas a nada, has aprendido a desapegarte, la culpa ya no te susurra que no eres digna de amor porque te has hecho responsable de tus actos y no dejas heridas en nadie, no tienes nada que probar porque sabes quién eres y te plantas ante la vida con esa seguridad.

Háblame del desprendimiento y tu nueva forma de amar; ya casi estás entrando al otoño de la vida, y sé que sigues siendo bella, pero también sé que aceptas tus canas y esas arrugas, los treinta fue una década maravillosa de mucho aprendizaje y crecimiento personal, pero dime cómo han sido los cuarenta.

Tal vez tus creencias sean distintas a las que vives ahora. 
De verdad no me importa en qué lugar del mundo te encuentres, solo importa que vives con salud y bienestar, con dicha y prosperidad, y que cuando vayas a leer esta carta, la leas sentada frente al mar.
Eliana Vázquez.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Quieres comentar sobre el Blog?